En Colombia la gente en su mayoría es cristiana y por tanto somos ajenos a esa diversidad religiosa. No sé si eso sea una ventaja, porque hay menos discrepancias entre la gente, o una desventaja porque podemos ser menos tolerantes frente a esas creencias tan diferentes. El todo es que en ese tema también he tenido que aprender mucho, no solo acerca de las diferentes filosofías religiosas, sino también acerca de las diferentes tradiciones.
Quién lo creyera... un McDonald"s vegetariano |
Aquí si
uno invita a comer a personas de diferentes religiones, debe tomar precauciones
para no ofender a nadie pues los hindúes no comen carne de res y muchos son
vegetarianos, los musulmanes no comen cerdo y algunos solo comen Halal, ciertos judíos solo comen productos Kosher y así, existe una multitud de condiciones que
hacen que los menús se conviertan en una pesadilla.
Tanto así que una vez
íbamos en un carro con un chofer al que mis hijos amablemente le ofrecieron una
tableta de chocolate, y él preguntó que si era Halal; todos nos miramos un poco
confundidos porque aunque sabíamos más o menos lo que eso significaba, no
estábamos seguros de que así fuera y no quisimos correr el riesgo de
equivocarnos. En consecuencia, el chofer se perdió la oportunidad de comerse un
delicioso pedazo de chocolate suizo…
Hace
poco estuvimos en Amritsar que es para los sikhs el equivalente de la Meca para
los musulmanes, pues allí se encuentra su principal templo; el templo Dorado, así
que pudimos aprender un poco sobre esta religión que es prácticamente
desconocida en Latinoamérica.
Todos teníamos que cubrirnos la cabeza |
El sikhismo
data de finales del siglo XV, es decir que se trata de una religión bastante
reciente, que fue creada en el Norte de la India por el Gurú Nanak, quien
desarrolló una fé que de alguna forma reconciliaba partes del hinduismo y del islamismo.
Es una religión monoteísta y las doctrinas de todos los Gurús (un total de 10)
se encuentran plasmadas en un libro sagrado que se llama el Gurú Granth Sahib.
Lo interesante del libro es que los sikhs no tienen una representación de Dios, sino que veneran el libro como si fuera una persona. Todos los días en la noche
literalmente lo acuestan en una cama y en la mañana llevan a cabo una ceremonia
y lo trasladan al sitio en donde la gente ora mientras que alguien “ventila” el
libro para que no le dé calor….
Los sikhs son a menudo confundidos con los musulmanes por el turbante que los
caracteriza, pero se trata de una religión completamente diferente. En la India
hay unos 20 millones de sikhs, de un
total de 25 millones en el mundo, e inclusive el Primer Ministro hasta hace
unos meses era un Sikh. Los practicantes de esta religión tienen fama de ser emprendedores, solidarios y honestos.
Ellos
tienen algunas costumbres que para nosotros resultan muy extrañas. Nunca se
cortan el pelo y los hombres se lo envuelven en un turbante, se amarran la
barba y no es extraño verlos en la calle con una especie de pañuelo blanco en
la cara. Yo en mi ignorancia, al principio pensaba que era gente con dolor de
muela y estaba sorprendida de ver la cantidad de problemas dentales que había,
pero luego me explicaron que era para que la barba no se les enredara cuando
iban en moto…. Siempre llevan una peinilla de madera, una pulsera de metal, ropa
interior de algodón y una daga. Un verdadero sikh deberá mantener estas
costumbres durante toda su vida.
Baño en el templo |
Siempre llevan una daga |
Nos
fuimos entonces para Amristar a conocer el templo Dorado, al mismo tiempo que miles de peregrinos. El
templo es hermoso y está en la mitad de un estanque en el que los sikhs se
bañan para “limpiar” sus pecados y hasta beben el agua…Para entrar al templo,
hombres y mujeres deben quitarse los zapatos y cubrirse la cabeza.
Además de
los altares y sitios en donde leen el libro sagrado, tienen un lugar en donde
ofrecen comida gratuita, denominado Langar, y según nos dijeron, alimentan unas 40,000 personas
por día y hasta 100,000 personas en época de celebraciones
especiales (como cuando nosotros fuimos...).
Todo el mundo puede comer en el Langar |
Es un menú simple, pero es impresionante ver la organización del
sistema desde el momento en que entregan los platos, sirven la comida y el agua, hasta cuando un
grupo enorme de voluntarios lava toda la loza.
Máquina para hacer chapatis |
También vimos la máquina bastante
artesanal en la que producen miles de chapatis (una especie de tortilla india) a
los que luego hasta les echan mantequilla. Es realmente un proceso
sorprendente, en donde personas de cualquier raza o religión pueden comer
de manera gratuita, y no solo se lleva a cabo en el templo Dorado, sino en todos
los templos sikhs, o Gurdwaras, en el mundo entero.
Fue
también simpático ver que, así como nosotros queríamos tomarles fotos a ellos
porque nos parecían diferentes, ellos pensaban lo mismo de nosotros y sobre
todo de Gaëtan (al parecer un pelirrojo es muy exótico en ese lugar) y a menudo
éramos interrumpidos para que nos tomáramos una foto con ellos.
Todos querían una foto con Gaëtan |
Los sikhs han sido perseguidos durante muchas décadas y particularmente en los 80s
cuando querían tener mayor autonomía y crearon un movimiento de oposición que se resguardaba en el Templo Dorado. Indira Gandhi los sacó a la fuerza y unos meses después un sikh la asesinó en represalia por esos
hechos. Después de eso fueron hostigados en la India durante un tiempo y a nivel mundial también han sido víctimas de extremistas que los confunden con
terroristas musulmanes.
La frontera con Pakistán |
Una
experiencia muy interesante en donde nos sentimos en el corazón de la India por
el gentío, el calor y el desorden de Amritsar, pero al mismo tiempo estuvimos
en un templo en el que reina la paz (a pesar de que todos están armados con una
daga….), la harmonía y la solidaridad.
También
aprovechamos para ir a la frontera con Pakistán en donde todos los días hacen una
ceremonia para cerrar la frontera pero fue tal el gentío que casi no pudimos
ver nada y salimos antes del final temiendo ser aplastados por la multitud.
Regresamos
a Delhi, e increíblemente sentimos como si hubiéramos regresado a un oasis de
paz, pues esos dos días en Amristar fueron un “baño” de India demasiado
intenso.
Amritsar es un caos total |
Pero al
final, para mi siempre es muy interesante descubrir estas tradiciones tan
diferentes que nos hacen respetar aún más a los demás, pues al fin y al cabo lo
importante es que seamos buenas personas sin importar las creencias de cada
cual. Lastimosamente no todo el mundo comparte esta filosofía y el mundo se
está destruyendo por esa incapacidad de ser tolerantes ante las diferencias.