Me he
demorado en volver a escribir porque de alguna manera desde que vivo en la India, pensé
que al no estar trabajando me quedaba mucho tiempo disponible. Pero la
realidad es otra, porque sin darme cuenta a qué horas, terminé comprometiéndome
a hacer toda clase de actividades, la mayoría como voluntaria y ahora me
mantengo demasiado ocupada. Para rematar, la semana pasada, mi empleada me dijo así de un día para otro, que ya no volvía, y tuve que volver al tema de las
entrevistas y a entrenar una nueva empleada. Pensarán que exagero, pero aquí es
todo tan sucio que un día sin limpiar la casa equivale a dos semanas en
Colombia y tal vez un mes en los Estados Unidos. El polvero que se acumula es
impresionante así que a menos de que uno quiera pasar el tiempo limpiando la casa, desinfectando las frutas y vegetales y
lavando ropa, la empleada no es un lujo sino una necesidad. Ya me habían
advertido que aquí es poca la fidelidad de los empleados pero no me imaginé que
me iban a dejar botada tan pronto. La nueva se llama Mona, y como ya
está un poco más entrenada, decidí que era hora de continuar con mi relato
sobre las vacaciones.
Bueno, después
de tener la satisfacción de haber visto el tigre, salimos del parque natural Ranthambore con destino a
la ciudad de Jaipur. Es la capital del Estado de Rajasthán y para los estándares
Indios es una ciudad más bien pequeña porque "solo" tiene 3.5 millones de
habitantes. Jaipur se denomina la ciudad Rosa porque muchas de sus casas tienen la fachada de ese color que se considera como un color de la suerte.
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Palacio real de Jaipur |
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Palacio de los vientos (Jaipur) |
Es una
ciudad llena de historia en la que gobernaba un Maharaja (o gran rey) y por
tanto aun sobreviven varios palacios. La figura del rey fue abolida por Indira
Gandhi, así que ya no tienen poder político pero las familias mantienen
su estatus real y ahora viven sobre todo del turismo, de manera que los palacios fueron
convertidos en museos o en hoteles de lujo.
Allí visitamos el palacio de los
vientos (Hawa Mahal), el palacio real donde aún vive el Maharaja y el fuerte de
Amber que queda en las afueras de la ciudad. Todos son sitios esplendorosos pero
tristemente el resto de la ciudad tiene poco atractivo. Nos aventuramos un día
en la búsqueda de un restaurante que según el mapa se encontraba cerca, y después de recorrer calles llenas de basura,
malos olores y uno que otro obstáculo con patas (adivinen cuál…) llegamos a nuestro
destino.
De regreso, encontramos un autorickshaw y con tal de evitar hacer de
nuevo la travesía a pie, nos embutimos los 10 como en una buseta Bogotana.
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Palacio de Amber en las afueras de Jaipur |
Nuestra
experiencia en el fuerte de Amber fue mucho más agradable porque de allí nos
fuimos a hacer un recorrido en elefante y tuvimos luego la oportunidad de
disfrutar una cena India muy apetitosa y de presenciar un partido de Polo en
Elefante. Para casi todos era nuestra primera experiencia de
este tipo y la disfrutamos muchísimo.
De
Jaipur salimos hacia Jodhpur, no sin antes dedicar un tiempo a las compras ya
que la ciudad es famosa por los textiles y las joyas. Como siempre creíamos
haber negociado bien pero más adelante nos dimos cuenta que nos habían tumbado.
Afortunadamente las cantidades no eran muy grandes así que decidimos olvidarnos
del tema pero aprendimos que siempre hay que negociar…
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Jodhpur, la ciudad azul |
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El interior del fuerte |
Jodhpur
es otra de las ciudades importantes de Rajasthán, llamada también la ciudad azul
(adivinen por qué…). Es una ciudad que fue fundada en 1459 y estaba localizada en una ruta de comercio que le dio su esplendor. Uno de los mayores atractivos de Jodhpur es la fortaleza de
Mehrangarh que está situada en una colina desde la que se aprecia la ciudad y que encierra el palacio del Maharaja. Aparte de estar muy bien
conservada, tiene una tarabita en la que uno se desplaza a través de sus alrededores lo cual constituye un espectáculo maravilloso. La fortaleza ha sido descrita como "la creación de ángeles, hadas y gigantes". Fue allá en donde filmaron una parte de la película de Batman “The
Dark Knight Rises” así que fue aún más emocionante para los niños.
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La fortaleza de Mehrangarh |
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Zip-Line en Mehrangarh |
Posteriormente
nos fuimos hacia un pueblo llamado Rohetgarh, en donde principalmente tuvimos la oportunidad de pasear
por el campo y conocer pueblos en los que la gente vive como hace 2000 años. Es algo similar a lo que vemos cuando visitamos a nuestros indígenas en el Amazonas o en la Guajira; sin agua, ni luz ni alcantarillado y en chozas de bareque. Una experiencia interesante y fuera de lo común. Allí también algunos del grupo
montaron en unos caballos muy lindos de la raza Marwari y nos enteramos de que se pueden hacer
cabalgatas de varios días como las que hacíamos en Colombia.
Nuestra
penúltima etapa la hicimos en un lugar en el medio de la nada, lo cual es
bastante extraño en la India pues no hay muchos lugares en los que se vea poca
gente. Salimos de un pueblito en donde cogimos un tren muy antiguo que nos
llevó por una pequeña montaña y pudimos compartir el viaje con los habitantes
del lugar.
Además de un paisaje hermoso, nos sentimos como transportados en el
tiempo, acompañados por los campesinos de la región.
En esas oportunidades en
donde nos quedamos en lugares aislados, Gaetan y mi sobrino Daniel aprovecharon
para salir a trotar. Aquí es algo muy extraño que alguien salga a trotar y a
donde quiera que iban les preguntaban si corrían escapando de algo, y ante la
respuesta negativa, insistían en preguntar que cuál era la razón por la que corrían. Cuando ellos
respondían “just for fun” los miraban como si estuvieran locos.
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Utilizamos todos los medios de transporte |
Nuestro
paseo terminó en Udaipur. Tal vez la ciudad más bonita de todas las que vimos, porque no eran solo los monumentos sino que también era agradable pasearse por
las calles. Lo más lindo es el lago en medio de la ciudad que tiene una isla en la que hay un palacio. Hoy en día es un hotel y es
considerado uno de los mejores del mundo. A manera de anécdota nos comentaron que algún magnate le pagó a Shakira para que fuera hasta allá a darle un concierto privado. Como siempre, los contrastes más impresionantes se viven en este país.
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Hotel Lake Palace |
También en el borde del lago está el
palacio real y otras edificaciones hermosas. Es una ciudad como de ensueño pero
eso sí mejor no pensar en lo que puede haber dentro del lago en donde algunos aprovechan hasta para darse un baño mañanero...
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El palacio real de Udaipur |
Esa fue
nuestra travesía en la que tuvimos la oportunidad de descubrir una parte de la
India; utilizamos prácticamente todos los medios de transporte que existen (avión,
bus, carro, autorickshaw, tren, camello, elefante y caballo), comimos mucha
comida India (al final solo añorábamos podernos comer un pedazo de carne bien
jugoso…) y vivimos lo que es realmente transitar por las carreteras de este país. Y lo mejor de todo fue que todos gozamos, nadie se enfermó y no tuvimos
ningún percance. Si algún día vienen a este rincón de la tierra, les recomiendo
mucho visitar Rajasthán.