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jueves, 28 de febrero de 2013

12. Vacaciones en familia por la India (parte II)




Me he demorado en volver a escribir porque de alguna manera desde que vivo en la India, pensé que al no estar trabajando me quedaba mucho tiempo disponible. Pero la realidad es otra, porque sin darme cuenta a qué horas, terminé comprometiéndome a hacer toda clase de actividades, la mayoría como voluntaria y ahora me mantengo demasiado ocupada. Para rematar, la semana pasada, mi empleada me dijo así de un día para otro, que ya no volvía, y tuve que volver al tema de las entrevistas y a entrenar una nueva empleada. Pensarán que exagero, pero aquí es todo tan sucio que un día sin limpiar la casa equivale a dos semanas en Colombia y tal vez un mes en los Estados Unidos. El polvero que se acumula es impresionante así que a menos de que uno quiera pasar el tiempo limpiando la casa, desinfectando las frutas y vegetales y lavando ropa, la empleada no es un lujo sino una necesidad. Ya me habían advertido que aquí es poca la fidelidad de los empleados pero no me imaginé que me iban a dejar botada tan pronto. La nueva se llama Mona, y como ya está un poco más entrenada, decidí que era hora de continuar con mi relato sobre las vacaciones.

Bueno, después de tener la satisfacción de haber visto el tigre, salimos del parque natural Ranthambore con destino a la ciudad de Jaipur. Es la capital del Estado de Rajasthán y para los estándares Indios es una ciudad más bien pequeña porque "solo" tiene 3.5 millones de habitantes. Jaipur se denomina la ciudad Rosa porque muchas de sus casas tienen la fachada de ese color que se considera como un color de la suerte. 
Palacio real de Jaipur

Palacio de los vientos (Jaipur)
Es una ciudad llena de historia en la que gobernaba un Maharaja (o gran rey) y por tanto aun sobreviven varios palacios. La figura del rey fue abolida por Indira Gandhi, así que ya no tienen poder político pero las familias mantienen su estatus real y ahora viven sobre todo del turismo, de manera que los palacios fueron convertidos en museos o en hoteles de lujo. 


Allí visitamos el palacio de los vientos (Hawa Mahal), el palacio real donde aún vive el Maharaja y el fuerte de Amber que queda en las afueras de la ciudad. Todos son sitios esplendorosos pero tristemente el resto de la ciudad tiene poco atractivo. Nos aventuramos un día en la búsqueda de un restaurante que según el mapa se encontraba cerca, y después de recorrer calles llenas de basura, malos olores y uno que otro obstáculo con patas (adivinen cuál…) llegamos a nuestro destino. 
De regreso, encontramos un autorickshaw y con tal de evitar hacer de nuevo la travesía a pie, nos embutimos los 10 como en una buseta Bogotana.
Palacio de Amber en las afueras de Jaipur
Nuestra experiencia en el fuerte de Amber fue mucho más agradable porque de allí nos fuimos a hacer un recorrido en elefante y tuvimos luego la oportunidad de disfrutar una cena India muy apetitosa y de presenciar un partido de Polo en Elefante. Para casi todos era nuestra primera experiencia de este tipo y la disfrutamos muchísimo.
De Jaipur salimos hacia Jodhpur, no sin antes dedicar un tiempo a las compras ya que la ciudad es famosa por los textiles y las joyas. Como siempre creíamos haber negociado bien pero más adelante nos dimos cuenta que nos habían tumbado. Afortunadamente las cantidades no eran muy grandes así que decidimos olvidarnos del tema pero aprendimos que siempre hay que negociar…
Jodhpur, la ciudad azul
El interior del fuerte
Jodhpur es otra de las ciudades importantes de Rajasthán, llamada también la ciudad azul (adivinen por qué…). Es una ciudad que fue fundada en 1459 y estaba localizada en una ruta de comercio que le dio su esplendor. Uno de los mayores atractivos de Jodhpur es la fortaleza de Mehrangarh que está situada en una colina desde la que se aprecia la ciudad y que encierra el palacio del Maharaja. Aparte de estar muy bien conservada, tiene una tarabita en la que uno se desplaza a través de sus alrededores lo cual constituye un espectáculo maravilloso. La fortaleza ha sido descrita como "la creación de ángeles, hadas y gigantes".  Fue allá en donde filmaron una parte de la película de Batman “The Dark Knight Rises” así que fue aún más emocionante para los niños.


La fortaleza de Mehrangarh


Zip-Line en  Mehrangarh


Posteriormente nos fuimos hacia un pueblo llamado  Rohetgarh, en donde principalmente tuvimos la oportunidad de pasear por el campo y conocer pueblos en los que la gente vive como hace 2000 años. Es algo similar a lo que vemos cuando visitamos a nuestros indígenas en el Amazonas o en la Guajira; sin agua, ni luz ni alcantarillado y en chozas de bareque. Una experiencia interesante y fuera de lo común. Allí también algunos del grupo montaron en unos caballos muy lindos de la raza Marwari y nos enteramos de que se pueden hacer cabalgatas de varios días como las que hacíamos en Colombia.
Cabalgata en la India
El año nuevo lo pasamos en un hotel en el desierto en donde nos quedamos en unas carpas de lujo parecidas a las del campo de camellos en donde habíamos estado en noviembre. Obviamente, tuvimos la oportunidad de hacer un paseo en camello para el deleite de nuestros visitantes, pues nosotros hacía poco habíamos chuleado esa atracción. 
Y esto cómo se baila?
El hotel pertenecía a un Raja (rango inferior al de Maharaja) y él personalmente nos atendió esa noche y nos dejó el bar abierto. Eso si hay que reconocerlo que la hospitalidad India es excepcional.

Nuestra penúltima etapa la hicimos en un lugar en el medio de la nada, lo cual es bastante extraño en la India pues no hay muchos lugares en los que se vea poca gente. Salimos de un pueblito en donde cogimos un tren muy antiguo que nos llevó por una pequeña montaña y pudimos compartir el viaje con los habitantes del lugar. 

Además de un paisaje hermoso, nos sentimos como transportados en el tiempo, acompañados por los campesinos de la región.
En esas oportunidades en donde nos quedamos en lugares aislados, Gaetan y mi sobrino Daniel aprovecharon para salir a trotar. Aquí es algo muy extraño que alguien salga a trotar y a donde quiera que iban les preguntaban si corrían escapando de algo, y ante la respuesta negativa, insistían en preguntar que cuál era la razón por la que corrían. Cuando ellos respondían “just for fun” los miraban como si estuvieran locos.
Utilizamos todos los medios de transporte

Nuestro paseo terminó en Udaipur. Tal vez la ciudad más bonita de todas las que vimos, porque no eran solo los monumentos sino que también era agradable pasearse por las calles. Lo más lindo es el lago en medio de la ciudad que tiene una isla en la que hay un palacio. Hoy en día es un hotel y es considerado uno de los mejores del mundo. A manera de anécdota nos comentaron que algún magnate le pagó a Shakira para que fuera hasta allá a darle un concierto privado. Como siempre, los contrastes más impresionantes se viven en este país.
Hotel Lake Palace
También en el borde del lago está el palacio real y otras edificaciones hermosas. Es una ciudad como de ensueño pero eso sí mejor no pensar en lo que puede haber dentro del lago en donde algunos aprovechan hasta para darse un baño mañanero...
El palacio real de Udaipur
Esa fue nuestra travesía en la que tuvimos la oportunidad de descubrir una parte de la India; utilizamos prácticamente todos los medios de transporte que existen (avión, bus, carro, autorickshaw, tren, camello, elefante y caballo), comimos mucha comida India (al final solo añorábamos podernos comer un pedazo de carne bien jugoso…) y vivimos lo que es realmente transitar por las carreteras de este país. Y lo mejor de todo fue que todos gozamos, nadie se enfermó y no tuvimos ningún percance. Si algún día vienen a este rincón de la tierra, les recomiendo mucho visitar Rajasthán.

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