El 27
de marzo fue un día de fiesta muy especial y una experiencia única para los
extranjeros que vivimos en la India. Cada año, miles de hindúes participan en este festival que tiene varios propósitos. El más importante es
celebrar el inicio de la primavera, aunque para esa época ya la temperatura
alcanzaba los 35 grados, pero eso es primavera en Nueva Delhi (imagínense el
verano), y originalmente era también una celebración para conmemorar las
buenas cosechas y la fertilidad de la tierra. Los Hindúes consideran que es el
momento de disfrutar la abundancia de los colores de la primavera y de despedir
el invierno (que ya se había ido hacia rato…). Tiene también un propósito religioso
y se conmemora una leyenda del hinduismo (la muerte de un demonio llamado
Holika).
La celebración tiene lugar el último día de luna llena del mes y la gente sale a las calles y lanza polvos y agua de colores.
La celebración tiene lugar el último día de luna llena del mes y la gente sale a las calles y lanza polvos y agua de colores.
Foto tomada de The Atlantic |
Pero la realidad es que si uno sale ese día a la calle corre el riesgo de que pase cualquier persona y le lance a uno colores y toda la ropa que lleva se eche a perder porque a diferencia de los colores naturales que utilizamos en las fiestas organizadas por los extranjeros, los colores que lanzan en la calle por lo general son artificiales y tóxicos.
La prueba es que logré quitarle las manchas a la ropa pero no en el caso de los colores que nos echaron que sabíamos que no eran naturales.
Todos nos divertimos por igual |
Se trata de un evento realmente divertido porque se pierden las diferencias de edades y castas y todo el mundo participa por igual. Lo ideal es vestirse de blanco y jugar activamente en la guerra de los colores. Este año fuimos poco preparados pero ya sabemos a qué atenernos el próximo año.
Aquí
son tantas las cosas extrañas que pasan que podría escribir algo todos los
días. Pero sólo quiero compartir algunas anécdotas con ustedes. La India es un
país realmente de contrastes tal y como les comenté alguna vez pero uno no se
imagina hasta qué punto. Nosotros vivimos en un barrio que según las
estadísticas es considerado entre los más costosos del mundo.
Los arriendos en
promedio están por el orden de US$ 6,000 y eso para un apartamento que en Bogotá
se arrendaría máximo por unos US$ 3,000 con la diferencia de que aquí el agua que
sale de la llave no es potable, la luz se va todos los días y por tanto es
necesario tener una planta eléctrica y además no hay servicio de recolección de
basuras sino que hay que contratar a alguien que recoja la basura y luego la
lleve hasta un basurero.
Esta zona comercial es de las más costosas del mundo |
Cerca
de nuestra casa hay un pequeño centro comercial en donde los locales tienen
precios astronómicos pues queda en una de las zonas residenciales
más costosas del mundo, pero está lleno de moscas, basura,
se pasean toda clase de animales, el piso está lleno de huecos y algunos
locales parecen estar a punto de desplomarse, pero sigue siendo súper
exclusivo... (si quieren saber más lean este artículo sobre Basant Lok).
Y un poco más lejos hay unos centros comerciales muy elegantes en donde están almacenes como Gucci, Cartier y Louis Vuitton y el costo de tener un local allí es altísimo. Se trata de lugares muy lujosos, pero tristemente una vez uno sale a la calle se encuentra de inmediato con tugurios, vacas, basura y mucha pobreza.
Es como si el Centro Andino estuviera en ciudad Bolívar. Lo bueno es que allá también hay un teatro y las pocas veces que hemos ido a cine ha sido en ese lugar pero no creo que vayamos a volver. Resulta que hace unas dos semanas una amiga estaba viendo una película y de repente la mordió una rata. Yo con la fobia que le tengo a esos animales creo que me habría desmayado del susto. Pero la historia no para ahí pues las ratas pueden transmitir una cantidad de enfermedades y por ese motivo tuvo que hacerse todo el tratamiento contra la rabia. Así que a pesar de que nosotros no habíamos querido vacunarnos contra la rabia ya que creíamos que las probabilidades de que nos mordiera algún animal eran pocas, ahora hemos decidido hacerlo pues no es ni siquiera necesario frecuentar sitios peligrosos para que a uno lo ataque una rata…
Y un poco más lejos hay unos centros comerciales muy elegantes en donde están almacenes como Gucci, Cartier y Louis Vuitton y el costo de tener un local allí es altísimo. Se trata de lugares muy lujosos, pero tristemente una vez uno sale a la calle se encuentra de inmediato con tugurios, vacas, basura y mucha pobreza.
Es como si el Centro Andino estuviera en ciudad Bolívar. Lo bueno es que allá también hay un teatro y las pocas veces que hemos ido a cine ha sido en ese lugar pero no creo que vayamos a volver. Resulta que hace unas dos semanas una amiga estaba viendo una película y de repente la mordió una rata. Yo con la fobia que le tengo a esos animales creo que me habría desmayado del susto. Pero la historia no para ahí pues las ratas pueden transmitir una cantidad de enfermedades y por ese motivo tuvo que hacerse todo el tratamiento contra la rabia. Así que a pesar de que nosotros no habíamos querido vacunarnos contra la rabia ya que creíamos que las probabilidades de que nos mordiera algún animal eran pocas, ahora hemos decidido hacerlo pues no es ni siquiera necesario frecuentar sitios peligrosos para que a uno lo ataque una rata…
Vacas a la entrada de un cine al que nunca iré por si las ratas... |
A pesar de las adversidades me divierto mucho en este país |
Pero a
pesar de todo lo que les cuento, vivo feliz en este país. Ante toda esa
adversidad se descubre un lado positivo y se aprende a apreciar lo que se
tiene. Creo que esa es la actitud que uno debe tomar en cualquier parte del
mundo pues siempre habrá cosas positivas y negativas y hay que
aprender a disfrutar lo bueno y acostumbrarse a lo malo, o por qué no, poner un
granito de arena para que las cosas mejoren.
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