Translate

domingo, 19 de enero de 2014

20. Viajando por la India: Rishikesh y Mumbai

Hotel Taj Mahal en Mumbai
Estando en este lado del planeta, decidimos que teníamos que aprovechar para viajar y conocer, pues una vez termine nuestra asignación en la India es poco probable que podamos volver a este sitio tan lejano. Así que cada que tenemos la oportunidad, tratamos de explorar nuevos destinos.
Durante el último fin de semana de noviembre, en vista de que los niños tenían vacaciones de Thanksgiving, nos fuimos junto con un grupo de familias del colegio Americano para un sitio llamado Rishikesh, situado a unos 250 kilómetros la norte de Delhi. 
El río Ganges cuando todavía es limpio

Es un lugar que tiene un gran significado religioso para los hindúes pues es cerca de allí que nace el río Ganges, que es un río sagrado para ellos. Muy cerca hay una serie de Ashrams que son como una especie de monasterios a donde la gente va a meditar, a hacer yoga y a realizar trabajos sociales.
Lo bueno es que en esa zona el río es todavía limpio pues aún no le han caído muchos cadáveres, ya que más abajo es donde recibe toda la basura de los pueblos aledaños, y sobre todo en donde se hacen los rituales de cremación.
De todas maneras, así la gente no sea cremada cerca del río, la tradición es que las cenizas deben botarse en el Ganges. 
Un lugar paradisíaco
Existe inclusive un servicio mediante el cual una empresa se encarga del envío de las cenizas de los hindúes que hayan fallecido en cualquier lugar del mundo y garantizan que las echan al río después de la ceremonia correspondiente. 
Pero no son solo cenizas lo que recibe el río, pues algunas personas no tienen el dinero suficiente para pagar la cremación y simplemente botan el cadáver completo, pero normalmente eso ocurre más abajo del sitio al que fuimos. Así que el día de Thanksgiving, más de 25 familias del colegio tomamos el primer tren de la mañana para viajar a Rishikesh. Esa experiencia del tren en la India siempre será increíble así no sea la primera vez. La estación de Delhi a cualquier hora del día está completamente atiborrada de gente caminado con maletas, vendiendo cosas o simplemente durmiendo en las plataformas. 
Rafting en el Ganges
Cuando llegamos, de inmediato aparecieron unos maleteros que normalmente cobran unos USD 0.80 o menos y le cargan a uno la maleta sobre la cabeza hasta el tren. Teníamos un morral sin ruedas y nos pareció una buena idea pedir la ayuda del maletero quien, además, en medio de ese gentío, nos serviría para guiarnos hasta el tren. Así que le entregamos, o mejor dicho, nos arrebató la maleta, y empezó a caminar pero logramos detenerlo y preguntarle cuánto cobraba y nos respondió USD 16, es decir 20 veces más del costo normal solo porque éramos extranjeros, y furiosos le arrebatamos la maleta. Finalmente nos abrimos paso entre la gente y logramos encontrar nuestro tren. 
Caminatas por la montaña
Habíamos comprado primera clase, y realmente el servicio es increíble. Primero le sirven a uno el té, luego le traen agua, luego el desayuno con posibilidad de elegir entre vegetariano y normal (o al contrario dependiendo de cliente...) y luego un yogurt, y todo eso por la módica suma de USD 20 para un viaje de 5 horas en asientos muy confortables. Además, en nuestro vagón todos éramos del grupo del colegio así que no había gente que eructara, o que escupiera, y por tanto el viaje fue muy placentero.
En la estación nos recogió un bus que después de una hora nos dejó en un lugar paradisiaco a la orilla del Ganges. Allí, después de que baja el nivel del río cuando se acaba el Monzón, se forma una playa de arena suave y blanca y en ese sitio instalan un campamento. Eran 50 carpas al estilo indio, es decir, toldos de lona con camas de verdad y asientos y mesa de noche adentro.
Campamento al lado del Ganges

En esa zona, por tratarse de un lugar de peregrinaje a donde la gente va a meditar y a hacer yoga no se encuentra sino comida vegetariana y por supuesto nada de alcohol. Así que de antemano nos pusimos todos de acuerdo para poder cenar el día de Acción de Gracias con pavos que conseguimos en la Embajada Americana y cada familia llevó la correspondiente dosis de bebidas para poder celebrar adecuadamente. Fue un fin de semana delicioso; durante el día hacíamos rafting, caminatas, jugábamos voleyball y badminton en la playa o simplemente podíamos sentarnos a leer plácidamente en la arena. 
En la noche, nos reuníamos alrededor de una fogata, cada familia llevaba algún aperitivo (todo lo prohibido… salchichón, salami y licor al lado del Ganges…) y cantábamos acompañados de una guitarra.

Deporte en la playa
Fue realmente agradable poder disfrutar esa dosis de naturaleza pues en esa época llega el invierno y Delhi se convierte en una ciudad gris debido al aumento de los niveles de polución. Para que se den una idea, el colegio monitorea los niveles y cuando uno de los índices sube por encima de 350, los niños no pueden hacer deportes al aire libre. Lo peor es que entre 250 y 350 es un nivel que ya es considerado muy dañino para la salud, pero con eso vivimos el día a día durante el período de invierno.


Oscar y Ximena en Old Delhi
"High Tea" en el Imperial Hotel
Al poco tiempo de haber regresado de Rishikesh, vinieron a visitarnos desde Colombia nuestros entrañables amigos, Oscar y Ximena y como también tenían que ir a Mumbai, yo aproveché y me fui unos días con ellos. Mumbai es una ciudad aún más grande y más congestionada que Delhi, pero de alguna forma mucho más cosmopolita. La gente es más occidentalizada y hay restaurantes y lugares más al estilo europeo con calles por donde uno puede caminar agradablemente, mientras que en Delhi eso no existe. 
Mumbai, entre la riqueza y la pobreza
Además, por estar al lado del mar, la polución no se siente tanto y el clima es más placentero, pero por otro lado es una ciudad con muchos contrastes. Es allí en donde está Bollywood y viven los actores y actrices en medio de un gran glamour, pero todo esto rodeado de zonas muy pobres entre las que se encuentra uno de los tugurios más grandes del mundo en donde se filmó una parte de Slumdog Millionaire.
Gateway of India
Con mi amiga nos aventuramos dentro de los bazares y exploramos la ciudad en tren, taxi y bus. 

Fue una experiencia de inmersión total en la India y descubrimos cosas increíbles como el mercado de las flores, el mercado del pescado (para no repetir…), y el famoso Dobhi Ghat, que es un sitio en donde unas 200 familias lavan montones de ropa por día, sobretodo proveniente de hoteles y restaurantes cercanos. La profesión se hereda de padre a hijo y muchas familias viven de eso, aunque no me imagino cuáles pueden ser las consecuencias de pasar el día entero lavando a mano con agua con cloro. 


Dobhi Ghat (lavandería al aire libre)



Distribución de 200,000 loncheras diarias
También vimos a los Dabbawallahs que son personas que se encargan de recoger diariamente en casas o restaurantes, unos 200,000 almuerzos empacados en loncheras, para luego distribuirlos en las oficinas. 
Es una actividad increíble de logística, en la que unas 5,000 personas recogen las loncheras marcadas con diferentes signos, pues en muchos casos no saben leer, y las llevan a las 11:30 de la mañana a un sitio de acopio en donde son organizadas y redistribuidas según el destino. El transporte se hace a pie, en bicicleta o en tren y según las estadísticas se equivocan solo una vez en cada 6 millones de despachos y todo a mano y sin tecnología…

En Mumbai no hay metro, pero hay un tren de ciudad que, a manera de ejemplo, mueve en tan solo una de las estaciones, 3 millones de personas diarias y en consecuencia los trenes van atiborrados de gente que cuelga de las puertas. Sin embargo, según me dijo el guía, prácticamente no hay robos, lo cual de nuevo es algo que siempre me ha sorprendido de la India. Solo fueron 2 días y medio, pero tuve la oportunidad de descubrir una ciudad muy diferente a Delhi y de tomarme un respiro antes de comenzar mi undécima mudanza desde que estoy con Gaëtan, aunque esta vez a una distancia de tan solo 2 cuadras.


Trenes atiborrados de gente