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Hotel Taj Mahal en Mumbai |
Estando
en este lado del planeta, decidimos que teníamos que aprovechar para viajar y
conocer, pues una vez termine nuestra asignación en la India es poco probable
que podamos volver a este sitio tan lejano. Así que cada que tenemos la
oportunidad, tratamos de explorar nuevos destinos.
Durante
el último fin de semana de noviembre, en vista de que los niños tenían
vacaciones de Thanksgiving, nos fuimos junto con un grupo de familias del colegio Americano para un sitio llamado Rishikesh, situado a unos 250 kilómetros la
norte de Delhi.
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El río Ganges cuando todavía es limpio |
Es
un lugar que tiene un gran significado religioso para los hindúes pues es cerca
de allí que nace el río Ganges, que es un río sagrado para ellos. Muy cerca hay
una serie de Ashrams que son como una especie de monasterios a donde la gente
va a meditar, a hacer yoga y a realizar trabajos sociales.
Lo bueno es que en esa zona el río es todavía
limpio pues aún no le han caído muchos cadáveres, ya que más abajo es donde
recibe toda la basura de los pueblos aledaños, y sobre todo en donde se hacen
los rituales de cremación.
De
todas maneras, así la gente no sea cremada cerca del río, la tradición es que
las cenizas deben botarse en el Ganges.
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Un lugar paradisíaco |
Existe inclusive un servicio mediante
el cual una empresa se encarga del envío de las cenizas de los hindúes que
hayan fallecido en cualquier lugar del mundo y garantizan que las echan al río
después de la ceremonia correspondiente.
Pero no son solo cenizas lo que recibe
el río, pues algunas personas no tienen el dinero suficiente para pagar la
cremación y simplemente botan el cadáver completo, pero normalmente eso ocurre
más abajo del sitio al que fuimos. Así
que el día de Thanksgiving, más de 25 familias del colegio tomamos el primer
tren de la mañana para viajar a Rishikesh. Esa experiencia del tren en la India
siempre será increíble así no sea la primera vez. La estación de Delhi a
cualquier hora del día está completamente atiborrada de gente caminado con
maletas, vendiendo cosas o simplemente durmiendo en las plataformas.
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Rafting en el Ganges |
Cuando
llegamos, de inmediato aparecieron unos maleteros que normalmente cobran unos
USD 0.80 o menos y le cargan a uno la maleta sobre la cabeza hasta el
tren. Teníamos un morral sin ruedas y nos pareció una buena idea pedir la ayuda
del maletero quien, además, en medio de ese gentío, nos serviría para guiarnos
hasta el tren. Así
que le entregamos, o mejor dicho, nos arrebató la maleta, y empezó a caminar
pero logramos detenerlo y preguntarle cuánto cobraba y nos respondió USD 16, es
decir 20 veces más del costo normal solo porque éramos extranjeros, y furiosos
le arrebatamos la maleta. Finalmente nos abrimos paso entre la gente y logramos
encontrar nuestro tren.
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Caminatas por la montaña |
Habíamos comprado primera clase, y realmente el
servicio es increíble. Primero le sirven a uno el té, luego le traen agua, luego
el desayuno con posibilidad de elegir entre vegetariano y normal (o al
contrario dependiendo de cliente...) y luego un yogurt, y todo eso por la
módica suma de USD 20 para un viaje de 5 horas en asientos muy confortables.
Además, en nuestro vagón todos éramos del grupo del colegio así que no había gente
que eructara, o que escupiera, y por tanto el viaje fue muy placentero.
En
la estación nos recogió un bus que después de una hora nos dejó en un lugar
paradisiaco a la orilla del Ganges. Allí, después de que baja el nivel del río
cuando se acaba el Monzón, se forma una playa de arena suave y blanca y en ese
sitio instalan un campamento. Eran 50 carpas al estilo indio, es decir, toldos
de lona con camas de verdad y asientos y mesa de noche adentro.
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Campamento al lado del Ganges |
Al
poco tiempo de haber regresado de Rishikesh, vinieron a visitarnos desde
Colombia nuestros entrañables amigos, Oscar y Ximena y como también tenían que
ir a Mumbai, yo aproveché y me fui unos días con ellos. Mumbai es una ciudad
aún más grande y más congestionada que Delhi, pero de alguna forma mucho más
cosmopolita. La gente es más occidentalizada y hay restaurantes y lugares más
al estilo europeo con calles por donde uno puede caminar agradablemente,
mientras que en Delhi eso no existe.
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Mumbai, entre la riqueza y la pobreza |
Además, por estar al lado del mar, la
polución no se siente tanto y el clima es más placentero, pero por otro lado es
una ciudad con muchos contrastes. Es allí en donde está Bollywood y viven los
actores y actrices en medio de un gran glamour, pero todo esto rodeado de zonas
muy pobres entre las que se encuentra uno de los tugurios más grandes del mundo
en donde se filmó una parte de Slumdog Millionaire.
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Gateway of India |
Con
mi amiga nos aventuramos dentro de los bazares y exploramos la ciudad en tren,
taxi y bus.
Fue una experiencia de inmersión total en la India y descubrimos
cosas increíbles como el mercado de las flores, el mercado del pescado (para no
repetir…), y el famoso Dobhi Ghat, que es un sitio en donde unas 200 familias lavan montones
de ropa por día, sobretodo proveniente de hoteles y restaurantes cercanos. La
profesión se hereda de padre a hijo y muchas familias viven de eso, aunque no me
imagino cuáles pueden ser las consecuencias de pasar el día entero lavando a
mano con agua con cloro.
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Dobhi Ghat (lavandería al aire libre) |
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Distribución de 200,000 loncheras diarias |
También vimos a
los Dabbawallahs que son personas que se encargan de recoger diariamente en
casas o restaurantes, unos 200,000 almuerzos empacados en loncheras, para luego
distribuirlos en las oficinas.
Es una actividad increíble de logística, en la que unas 5,000 personas recogen las loncheras marcadas con diferentes signos, pues en
muchos casos no saben leer, y las llevan a las 11:30 de la mañana a un sitio de
acopio en donde son organizadas y redistribuidas según el destino. El
transporte se hace a pie, en bicicleta o en tren y según las estadísticas se
equivocan solo una vez en cada 6 millones de despachos y todo a mano y sin
tecnología…
En
Mumbai no hay metro, pero hay un tren de ciudad que, a manera de ejemplo, mueve
en tan solo una de las estaciones, 3 millones de personas diarias y en
consecuencia los trenes van atiborrados de gente que cuelga de las
puertas. Sin embargo, según me dijo el guía, prácticamente no hay robos, lo
cual de nuevo es algo que siempre me ha sorprendido de la India. Solo fueron 2
días y medio, pero tuve la oportunidad de descubrir una ciudad muy diferente a
Delhi y de tomarme un respiro antes de comenzar mi undécima mudanza desde que
estoy con Gaëtan, aunque esta vez a una distancia de tan solo 2 cuadras.
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Trenes atiborrados de gente |
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