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jueves, 4 de octubre de 2012

6. El día a día en Delhi



El primer elefante que tocamos
Llevamos 2 meses en la India y se puede decir que ya estamos instalados y embarcados en la rutina diaria en este país. Los niños están en el colegio Americano que es un verdadero oasis dentro de la ciudad. El campus dispone de todos los recursos académicos, deportivos, humanos y tecnológicos que uno desearía tener en un colegio y por tanto, poder contar con eso en la India es algo realmente increíble. Las clases tienen en promedio 15 alumnos, los profesores son apasionados en su especialidad (pues no cualquiera se viene a vivir acá), la comunidad de padres es muy buena y en fin para que se den una idea, en todo el colegio el agua es potable… (entenderán lo que eso puede significar si leyeron el capítulo anterior de mi Blog). Adicionalmente, una gran cantidad de niños tienen las mismas características que los nuestros, es decir, niños que vienen de otros países con padres biculturales y que han cambiado de colegio varias veces. Eso sirvió mucho para que su integración se diera de una manera muy fácil y no se traumatizaran por un cambio tan abrupto que era algo que nos preocupaba mucho. 
American Embassy School
Para completar, como aquí no hay muchos colegios internacionales debido a que el curriculum no es reconocido por el gobierno Indio, los campeonatos intercolegiados los tienen que hacer con colegios de otros países. Por tanto, Thomas va ir con el equipo de Volleyball a Dubai y Pascal en su clase de Model United Nations va a ir a Singapur. Ellos están tan contentos en el colegio que hace poco nos dijeron que sienten que esta oportunidad les va a abrir muchas puertas en el futuro. Ufff!!! No saben el alivio que eso significa pues con esa etapa superada creo que el resto de las cosas se hacen más fáciles.
La oficina de Gaetan
Qué contrastes !!!
En cuanto a Gaetan, él tiene un nuevo reto por delante y ahora debe aprender a trabajar en países que tienen una cultura de trabajo completamente diferente a la que estaba acostumbrado en Latinoamérica.  Actualmente maneja un tema de infraestructura y recursos naturales en el Sur de Asia, es decir que le toca trabajar en India, Bután, Nepal y otros países de la región. Ya ha tenido la oportunidad de viajar y descubrir culturas todavía más sorprendentes como es la de Bután que prácticamente era completamente desconocida para nosotros. Allí hay muy pocos turistas pues aunque es una monarquía constitucional, el rey maneja casi todo y entre otras cosas solo pueden ir turistas si gastan US$ 250 diarios sin contar el hotel. Es un nuevo reto y el trabajo es muy duro pero implica un aprendizaje extraordinario. 
Yo hasta ahora he estado dedicada a organizar la casa para que las cosas vuelvan a su ritmo normal. No se trataba solamente de ordenar muebles y colgar cuadros (aunque aún quedan unos en el piso) pues también hay que encontrar médicos, dentistas, mandar a reparar las cosas que no funcionaban, instalar el internet, el teléfono, abrir cuentas bancarias, contratar a los empleados, etc, etc, etc,…
Bután
En Estados Unidos o inclusive en Colombia, esas son tareas más bien sencillas pero aquí la cosa es diferente. Por ejemplo lo que nos pasó para poder activar la cuenta bancaria; los del Banco nos dijeron que nos enviaban la clave por correo pero como todavía no estábamos viviendo en el apartamento que habíamos alquilado, yo fui y le dije al celador que por favor recibiera el sobre y me lo guardara (cabe anotar que el inglés del celador es bastante limitado...) y como durante varios días no llegaba nada y necesitábamos con urgencia tener la cuenta, nos comunicamos con el Banco y nos dieron el nombre de la persona que había recibido el sobre. Regresé al apartamento y el celador me dijo que no había nadie en el edificio con ese nombre. Los del Banco luego me enviaron el documento con la prueba de que esa persona lo había recibido. Volví al apartamento y esta vez había otro celador y con la ayuda del chofer volví a preguntar. En ese momento salió de otro apartamento un muchacho que es el mensajero/todero que ellos tienen contratado y el celador nos dijo que esa era la persona que había recibido el sobre. Yo en ese momento comencé a pensar lo que había podido pasar con la clave de nuestra cuenta bancaria y estaba a punto de llamar a cancelarla. Imagínense si eso pasara en Colombia, entregarle la clave al primero que ven pasar frente a un apartamento… afortunadamente aquí esos peligros no son como allá.
Una peluquería en la calle
US$ 0.50 el corte

Un corte de pasto a lo Indio...
Mientras tanto el chofer le preguntaba al muchacho acerca del sobre y después de haber hablado un rato entre ellos, me dijo que no sabía muy bien qué había pasado porque el mensajero hablaba Nepalí así que no le entendía bien. Me sentía como en la Torre de Babel, yo le explicaba al chofer en inglés, el chofer al celador en Hindi, el muchacho hablaba en Nepalí y luego de regreso otra vez al inglés…y todo eso solo para poder abrir una cuenta bancaria. El muchacho se fue y al cabo de unos minutos regresó con un papel en el que había un nombre y un teléfono que según él, era a quien le había entregado el sobre. Finalmente resultó ser el dueño del otro apartamento y pudimos recuperar la información a los 2 días pues por algún motivo ese señor había dejado el sobre en su oficina!!!
Descubriendo los templos en Delhi

Y así es con todo lo demás. Normalmente uno llama al electricista, al plomero o a cualquier proveedor de servicios y dicen por ejemplo "voy a las 10" pero no queda claro si es de la mañana o de la noche ni de qué día. Yo a veces me quedo esperando a alguien y 3 horas después de la hora que yo ingenuamente creía haber acordado, decido salir a hacer otras cosas pero fijo en ese momento llegan y no los puedo dejar escapar porque no sé cuándo volverán a aparecer. Así que muchos de mis días me los he pasado así. Pero hay que ver el lado positivo de las cosas; una visita del plomero para arreglar la cisterna de un baño costó en total US$ 3 (sin olvidar que ese es el precio para extranjeros...) y eso en Estados Unidos me costaba como mínimo US$ 150.
Aparte de ocuparme de esas actividades indispensables para poder establecernos aquí, también decidí que sí quería sacarle mejor provecho a esta experiencia era necesario aprender más sobre la India. Así qué estoy tomando clases de cocina India (no solo para aprender a preparar los platos sino para entender qué hay en la comida que me prepara Mehrun, mi empleada); clase de Hindi, el idioma local para poder aunque sea negociar un poco con los vendedores y entender algo de lo que me dice el celador (aunque les confieso que a esta edad empezar de cero con un idioma es muy difícil); y finalmente estoy tomando unas clases de cultura India para ver si logro superar mejor el choque cultural. Porque como me lo describió una colombiana muy querida que lleva ya 3 años aquí, esto es una locura divertida, es como un circo sin carpa en donde todo puede pasar, así que hay que tomar las cosas con humor y sobre todo con mucha paciencia.

Para terminar les cuento una de las anécdotas que me ocurrió recientemente con la que me he reído mucho; estaba explicándole a la empleada cómo lavar los cuellos de las camisas de Gaetan y comenté que se ensuciaban mucho, a lo que ella me respondió "si claro es por el sudor y la Henna". Yo no entendí a qué se refería y me dijo "si claro la Henna que él se echa en el pelo". El tema es que aquí uno ve bastantes personas con el pelo rojo, sobre todo personas ya mayores que se echan Henna para ocultar las canas y el pelo les queda anaranjado. Así que Mehrun pensaba que Gaetan tenía el pelo pintado y no se imaginan la risa que eso me produjo. Pero el cuento no termina allí, pues Pascal luego le preguntó Mohan, el chofer si pensaba que el pelo de Gaetan era natural o teñido y Mohan lo miró como diciendo no me crea tan tonto y le respondió "pues claro que es teñido".  Así que descubrimos que aquí ese color de pelo parece artificial y estamos pensando en poner un negocio de venta de Henna asegurando que los resultados son tan buenos que Gaetan lleva toda su vida utilizándola. Sin embargo finalmente nos arrepentimos porque van a pensar que el producto tiene como efecto secundario la caída del pelo....
Que buena Henna!!!

2 comentarios:

  1. Henna?????? Juliana y yo nos morimos de la risa leyendo su cuento. Demasiado exòtico!

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  2. Claudia,
    Sandra Manrique puso un link en Facebook sobre tu blog. Te cuento que me ha encantado leer todas tus historias. Algun dia me gustaria ir a la India. Aunque no se mucho sobre ese pais, me parece fascinante.Ojala nos sigas deleitando con tus historias.
    Carolina Martinez

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