Uno de los aspectos difíciles de la vida en Nueva Delhi es el clima. Cuando
llegamos, a principios de agosto, era pleno verano y además época del monzón,
es decir época de lluvias, aunque no me pareció nada extraordinario comparado
con los aguaceros de Bogotá. Sin embargo la temperatura en el día subía por
encima de los 42 grados y en la noche solo bajaba hasta 35 grados. Además la
humedad en el ambiente era casi del 100% así que uno se sentía como si
estuviera permanentemente dentro de un sauna.
La polución en Nueva Delhi |
El
gobierno de la ciudad ha reportado 1,000 casos de dengue durante la temporada
(2 meses posteriores al monzón) y
casualmente, a pesar de que solo llevamos 3 meses aquí, conocemos más de 10
personas que han sido víctimas del dengue. Si tenemos en cuenta que solo
conocemos expatriados que viven en barrios relativamente limpios y que además
todos tratamos de cuidarnos mucho de que no nos piquen los mosquitos, resulta
muy extraño que la cifra reportada oficialmente sea tan pequeña. Precisamente
el corresponsal del New York Times en India acaba de escribir un artículo sobe
esto y las cifras son alarmantes (ver Dengue Fever Sweeps India). El dengue también existe en
Colombia y se considera como una epidemia muy grave sobre todo en los
Departamentos más pobres. Anualmente se reportan más de 150.000 casos, y aquí en la India, extraoficialmente, las cifras al parecer son de 37 millones de casos al año. Es
una enfermedad que incapacita a la gente durante unos 10 días con fiebre
altísima y dolores en todo el cuerpo y los que la han tenido no se la desean ni
a su peor enemigo. Todavía nos quedan 2 semanas más durante las que tenemos que cuidarnos y con suerte lograremos evitarla esta vez.
Pero volvamos al tema del clima. La temperatura ya ha bajado bastante; en la noche hace como 15 grados y en el día alrededor de 27 grados. Cuando comenzó a mejorar el clima, una noche regresamos tarde de una comida todavía vestidos con atuendo de verano y encontramos al celador vestido como si estuviera listo para ir a esquiar. Miré el termómetro y hacía 17 grados así que ya no tengo miedo de que el invierno sea muy frío, tal y como todos los Indios me han dicho que será, pues más bien lo que pasa es que no están hechos para soportar temperaturas menores a 20 grados.
Recogebolas en el golf driving range |
Desafortunadamente el buen clima y solo duró una semana pues desde hace unos días apareció una neblina que permanece todo el día y a duras pena se puede ver el sol. Lo malo es que la próxima semana se celebra Diwali que es una de las celebraciones más importantes de la religión Hindú y es el equivalente a la Navidad y el año nuevo de nosotros y se denomina la fiesta de las luces. Al parecer durante varios días, la mayoría de la gente enciende fuegos artificiales, alumbra por todas partes lamparitas de barro y para rematar como todos están muertos de frío la única forma que encuentran para calentarse es haciendo hogueras en las calles. Así que la polución es altísima, será peor después de Diwali y según me contaron el ambiente permanece así hasta marzo.
Vestida adecuadamente para celebrar Diwali |
La Diosa Lakshmi |
También
es usual, así como en Colombia antes de Navidad, que las empresas hagan una
fiesta y tuvimos la oportunidad de asistir a la de la oficina de Gaetan. La
gente estaba vestida con sus mejores trajes tradicionales, las mujeres con
hermosos Saris y algunos hombres con unas camisas largas (Kurtas) de colores y
con zapatos estilo Aladino.
Nosotros como no entendimos el código del vestido que decía en la invitación, nos fuimos con traje casual pero la ventaja es que aquí a los extranjeros nos perdonan fácilmente esos errores. La comida estaba muy buena y luego comenzó el baile con música estilo Bollywood (recuerdan el final de la película Slumdog Millionaire?). En un momento dado, un colega de Gaetan se acercó a nosotros y le dijo que por qué no iba a la pista de baile y Gaetan para no quedar mal decidió aceptar la invitación. Nos fuimos entonces a integrarnos al baile pero en realidad la oferta era para que Gaetan bailara con el colega pues aquí es usual que los hombres bailen entre ellos, inclusive haciendo movimientos muy sensuales. Yo al ver eso casi me parto de la risa y regresé de inmediato a buscar mi cámara para poder documentar el evento digno de un bar de Chapinero (for my foreign readers that is a gay neighborhood in Bogota). Gaetan trataba de seguir los pasos de los colegas que se le acercaban pero no era capaz de recrear el movimiento de caderas sensual de sus compañeros de trabajo (tal vez si hubieran sido compañeras lo habría logrado).
Nosotros como no entendimos el código del vestido que decía en la invitación, nos fuimos con traje casual pero la ventaja es que aquí a los extranjeros nos perdonan fácilmente esos errores. La comida estaba muy buena y luego comenzó el baile con música estilo Bollywood (recuerdan el final de la película Slumdog Millionaire?). En un momento dado, un colega de Gaetan se acercó a nosotros y le dijo que por qué no iba a la pista de baile y Gaetan para no quedar mal decidió aceptar la invitación. Nos fuimos entonces a integrarnos al baile pero en realidad la oferta era para que Gaetan bailara con el colega pues aquí es usual que los hombres bailen entre ellos, inclusive haciendo movimientos muy sensuales. Yo al ver eso casi me parto de la risa y regresé de inmediato a buscar mi cámara para poder documentar el evento digno de un bar de Chapinero (for my foreign readers that is a gay neighborhood in Bogota). Gaetan trataba de seguir los pasos de los colegas que se le acercaban pero no era capaz de recrear el movimiento de caderas sensual de sus compañeros de trabajo (tal vez si hubieran sido compañeras lo habría logrado).
La
segunda vez que fuimos invitados a una fiesta de ese estilo, cuando nos
convidaron a bailar preferimos responder que queríamos primero observar para
aprender los movimientos.
En cuanto a lo que a mi respecta, verán que ya le estoy comenzando a coger el ritmo.
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