Nunca
me imaginé que algún día tendría la oportunidad de conocer Birmania o Myanmar,
como se llama actualmente. Lo único que sabía era que se trataba de un país muy
lejano, y por el trabajo que yo antes hacía, sabía que allí había muchas
víctimas de minas antipersonales.
Colombia
ocupa tristemente uno de los primeros lugares en esa estadística, pero nos
habían dicho que en Myanmar, país en ese entonces gobernado por una dictadura
militar, no se sabía exactamente cuántas víctimas había y al parecer eran
muchísimas. Aparte de eso nunca me interesé por saber más sobre ese remoto país, así que decidí que antes de ir era necesario estudiar su historia para poder
aprovechar mejor el paseo.
Myanmar
también fue parte del Imperio Británico en el siglo XIX y durante la segunda
guerra mundial fue invadido por los japoneses, pero finalmente se convirtió en
un país independiente en 1948. En 1962 hubo un golpe de Estado y el país fue gobernado
durante cinco décadas por una junta militar con un poder absoluto que tuvo
consecuencias nefastas para su desarrollo.
Myanmar es un país relativamente grande comparado con otros países de la región; tiene una extensión equivalente al Estado de Texas o el 60% de Colombia y posee inmensas riquezas naturales.
Fue alguna vez el mayor exportador de arroz del mundo y el mayor productor de teca. Sin embargo, sufrió la opresión de los ingleses y luego de la independencia, los malos manejos del gobierno dejaron al país en muy mala situación. Durante el gobierno militar, la mayoría de las empresas fueron nacionalizadas, el país cerró completamente sus fronteras al mundo exterior, se eliminó la libertad de prensa y pasó a ser uno de los países más pobres del mundo.
Es uno de los países más pobres del mundo |
Fue alguna vez el mayor exportador de arroz del mundo y el mayor productor de teca. Sin embargo, sufrió la opresión de los ingleses y luego de la independencia, los malos manejos del gobierno dejaron al país en muy mala situación. Durante el gobierno militar, la mayoría de las empresas fueron nacionalizadas, el país cerró completamente sus fronteras al mundo exterior, se eliminó la libertad de prensa y pasó a ser uno de los países más pobres del mundo.
En esa época, muchos de
los estudiantes que se atrevieron a protestar fueron víctimas de las balas del gobierno, y en 1988 la
situación económica era tan desastrosa que las protestas se hicieron constantes
y miles de personas fueron asesinadas por las fuerzas del Estado.
En ese
momento apareció Aung San Suu Kyi (premio Nobel de Paz en 1991), como líder de
la oposición para luchar por el restablecimiento de la democracia. Gracias a
ella, después de 30 años de dictadura hubo elecciones y su partido obtuvo el
80% de los votos. Sin embargo, la junta militar no le permitió acceder al poder
y por el contrario la mantuvo en prisión domiciliaria por 15 años.
El
gobierno de ese país incluso cambió el nombre de Burma a Myanmar, la capital
fue trasladada a otra parte y la ciudad que antes se llamaba Rangoon se
convirtió en Yangon.
Finalmente ante la presión internacional, en 2008 hubo un referendo y a partir de ese momento el país comenzó a abrirse de nuevo al mundo pero aún sigue siendo muy pobre y todavía queda mucho camino por recorrer.
Al leer
esta historia, todo me pareció muy familiar. Es muy triste ver que a pesar de
que los hechos tuvieron resultados nefastos para el país, en otras regiones del
mundo los gobernantes se empeñan en repetir las mismas acciones. Para mi fue
como si estuviera leyendo la historia de Venezuela y solo espero que no tengan
que llegar a ese nivel de miseria y de violencia para que las cosas comiencen a cambiar.
Los edificios completamente dilapidados |
Aún se puede apreciar el esplendor del pasado |
Pero, así como era triste ver una ciudad tan dilapidada, fue increíble el contraste
al visitar pagoda de Shwedagon.
Es uno de los sitios más hermosos que jamás haya visto y la pagoda más sagrada para los budistas. La estupa, que es como la cúpula, está cubierta en oro y tiene piedras preciosas en la punta y alrededor hay cientos de templos a donde la gente va a meditar. Es un sitio realmente mágico y hasta mis adolescentes que están en la época en la que casi todo los aburre, quedaron completamente descrestados.
Shwedagon, simplemente espectacular |
Pagoda Shwedagon (en restauración) |
Un sitio perfecto para meditar |
Luego fuimos a Inle Lake, un lago que tiene varios pueblitos construidos en su interior, y en donde todavía hay pescadores y artesanos que parecen sacados de otro siglo.
Mujeres con la cara pintada de blanco |
Allí visitamos los mercados y los talleres artesanales y aprendimos que la pintura blanca que se echan las mujeres en la cara es un producto natural que remplaza al maquillaje y el bloqueador solar.
Yo compré un poco para ensayar, pero al final me arrepentí y decidí quedarme con el maquillaje tradicional…
Trabajo artesanal |
Luego fuimos a Bagan, una pequeña ciudad en la que entre los siglos XI y XIII se construyeron miles de templos y pagodas budistas. Sin embargo, el imperio de Bagan colapsó con la invasión de los mongoles en el siglo XIV. La ciudad fue abandonada y desafortunadamente, los templos fueron víctimas de la erosión, de varios terremotos y de restauraciones de dudosa calidad durante el gobierno militar. Sin embargo, aún sobreviven más de 2000 templos que hacen que el lugar sea esplendoroso y comparable con Ankor Wat en Camboya.
Bagan, más de 2000 templos |
Pagoda Shwesandaw |
La diferencia está en que aún hay pocos turistas y es un placer recorrer la zona en bicicleta descubriendo los diferentes santuarios. Claro que el placer no podía ser tan grande porque con cuatro adolescentes muertos de hambre la necesidad de encontrar un restaurante primaba sobre el atractivo turístico, y sabiendo que no podíamos comer en cualquier parte para no correr el riesgo de enfermarnos, no fue fácil encontrar un sitio en donde almorzar.
Todavía no hay muchos turistas |
Sin embargo, es definitivamente un lugar que está entre los primeros de la lista de los sitios turísticos más hermosos del mundo, y creo que el placer no durará mucho tiempo pues pronto será invadido por turistas.
Por
último, después del recorrido arqueológico, histórico y didáctico, decidimos
terminar en una playa llamada Ngapali en la costa del golfo de Bengala. Un lugar hermoso, muy poco frecuentado
pues no llegan aún vuelos internacionales, pero con buenos hoteles y playas
maravillosas.
Ahí pudimos finalmente disfrutar de comida de mar deliciosa pero
desafortunadamente, y como ocurre en todo el país, aún no están preparados para
atender a los turistas. Muy pocas personas hablan inglés y a pesar de que la
gente es sonriente y amable, los platos se demoraban horas en llegar. Allá si
estuvimos completamente desconectados del mundo pues nada de internet, bancos o
tarjetas de crédito. El único medio de pago era dólares, pero los billetes
tenían que ser nuevos así que en un momento dado nos vimos en apuros de dinero
pues llevábamos billetes “usados”. Eso sí los billetes de la moneda local
parecían las vueltas de un bus intermunicipal en Colombia.
Ngapali, una playa espectacular |
De
regreso a la India todo me pareció moderno y civilizado, y es así como
finalmente uno se da cuenta de que todo es relativo en este mundo…
Si quieren aprender un poco más sobre la historia de Myanmar les recomiendo la película "The Lady" sobre la vida de Aung San Suu Kyi y un libro llamado "From The Land of Green Ghosts: A Burmese Odyssey" por Pascal Khoo Thwe.
Si quieren aprender un poco más sobre la historia de Myanmar les recomiendo la película "The Lady" sobre la vida de Aung San Suu Kyi y un libro llamado "From The Land of Green Ghosts: A Burmese Odyssey" por Pascal Khoo Thwe.
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